Pekka Himanen: "Los hackers comparten creatividad y una ética"

Conocí a Pekka Himanen hace ahora 4 años, con motivo de la publicación de su libro 'La ética del hacker y el espíritu de la Era de la Información' en España. En aquel momento colaboraba con el sociólogo Manuel Castells y era una buena carta de presentación para dar a conocer su última investigación. Actualmente, es uno de los princiales expertos en Sociedad de la Información a nivel mundial y sus libros se traducen a más de 20 lenguas. Le entrevisté durante algo más de una hora y me dio la sensación de estar hablando con alguien que vivía muy alejado de la realidad cotidiana. Él mismo reconoció que es tachado de utopista en muchas ocasiones. Ahora que releo sus respuestas me parece que si los que estamos en países desarrollados nos tomáramos la vida con el espíritu hacker, buena parte del estrés profesional se reduciría.

¡Que ustedes disfruten de la lectura!

pd: A petición de un lector de meneame.net he modificado el título original de la entrevista.
El anterior era: "Las revoluciones se tienen que pensar".

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Fecha de publicación: 23/04/2002 (revista en.red.ando*)

Entrevista a Pekka Himanen, filósofo e investigador. Autor de 'La ética del hacker y el espíritu de la Era de la Informacion'.
Autora: Karma Peiró


Pekka Himanen (1973) obtuvo el Doctorado en Filosofía a los veinte años en la Universidad de Helsinki.Desde entonces ha trabajado como investigador en Finlandia e Inglaterra y en las Universidades norteamericanas de Stanford y Berkeley. Ha colaborado con el investigador y sociólogo Manuel Castells y es muy conocido por sus relaciones con los artistas más vanguardistas y los medios de comunicación. Ha actuado como asesor en temas sobre la Sociedad de la Información en los distintos gobiernos finlandeses y en compañías como Nokia.

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Aclaraciones sobre hackers


P: Presiento que el término ‘hacker’ aparecerá bastante en esta entrevista, así es que me gustaría empezar por saber qué significado tiene para usted.
R: Cuando hablo de hackers me refiero a aquella gente que todavía conserva el espíritu de los primeros, que allá por los años 60, trabajaban entusiasmadamente con ordenadores. Para mí, los hackers son unos creadores que comparten información, una creatividad y una ética. En el otro lado, están los ‘crakers’ que entre la comunidad hacker son vistos como ‘criminales’ porque se dedican a crear virus que destruyen sistemas informáticos y de información. Además, trabajan para su propio interés y extrañamente comparten su conocimiento.

P: Según esta definición y por su trayectoria profesional, usted se debe considerar un hacker.
R: Sí, y durante mucho tiempo fui considerado como tal porque estuve programando con el mismo espíritu hacker que describo en mi libro. Ahora que me dedico a la filosofía, creo que le inyecto la misma pasión que los hackers a los ordenadores.

P: Explíqueme brevemente la idea principal de su primer libro: "La ética del hacker y el espíritu de la era de la información".
R: El libro habla de la ética laboral del hacker que intenta combinar la pasión con la libertad. Pero también se refiere a todos aquellos que, como los hackers, realizan trabajos creativos y son capaces de dedicarles mucha pasión y profesionalidad. En este sentido, se podría decir que hay mucha gente que comparte el espíritu hacker: un periodista que es muy cuidadoso con la información que publica, un diseñador o un ingeniero, pueden trabajar de la misma forma. Ésta sería la idea principal de La ética del hacker.

P: Por lo que me dice... este mundo está lleno de hackers y hasta ahora no nos habíamos enterado.
R: [Risas] Con este libro no intento decir que en nuestra sociedad actual cada uno puede ser un hacker, no estoy prediciendo que cada uno lo será si trabaja de la misma manera. Sólo intento describir un grupo de gente que está conduciendo nuestro desarrollo en este momento, una economía y otros filtros de creatividad y el número está aumentado porque la Sociedad de la Información así lo provoca. No es un libro que quiera explicar cómo será el futuro, sino que plantea que, actualmente, en esta Sociedad de la Información conviven dos mundos diferentes: el de las ideas hackers y el viejo espíritu del capitalismo que hemos heredado de la era industrial, y que procede del protestantismo defendido por Max Weber. En este sentido los hackers proponen una alternativa a este desarrollo tecnológico que estamos viviendo.

P: Sí, pero los que comparten el mismo espíritu hacker en sus vidas que usted proclama seguro que también se sienten alejados de este colectivo...
R: Seguro, es cierto. Pero no me gustaría que las ideas que propongo en mi libro se quedaran limitadas a la gente que trabaja con los ordenadores. Para mí, cualquier persona que trabaja con la información y se siente orgulloso de lo que hace, ya actúa como un hacker.

P: Le hacía la anterior pregunta, porque durante mucho tiempo se ha tenido una imagen del hacker poco positiva. ¿Cree que su libro, que ya ha sido traducido a 20 idiomas diferentes, puede ayudar a cambiar esta visión?
R: Soy consciente de que la idea que se tiene de los hackers como criminales está bastante arraigada en la mente de mucha gente. Se que para muchos la palabra ‘hacker’ es inmediatamente asociada con algo malo o negativo. Lo que pretendo es dar a conocer los orígenes de este movimiento y su ética en el trabajo. Podría, incluso, haber escrito el libro con un título diferente, como: "La ética en la creación de la información". Y haber hablado de lo mismo.

P: La ética está bastante presente en su discurso...
R: Sí, para mí es muy importante porque me estoy refiriendo al espíritu de la creación de la información en contraposición a la vieja ética del movimiento protestante en el trabajo.

P: Estoy de acuerdo con usted en que para trabajar a gusto se necesita entusiasmo, compartir conocimiento, flexibilidad laboral, combinar el ocio con el trabajo, pero ¿por qué remontarse a las teorías de la ética protestante de Max Weber para llegar a esta conclusión?
R: Por varios motivos. El primero es porque quería situar mis teorías en un contexto histórico. Otro motivo es por mis raíces filosóficas, pero especialmente porque quiero remarcar que las cosas no son evidentes por sí solas, sino que necesitan de un trabajo y una visión histórica. Nuestras relaciones sociales han cambiado dramáticamente en diferentes períodos de la Historia y, por tanto, la manera en que hemos desarrollado el trabajo. Y es importante sacudir nuestros pensamientos para tener una perspectiva histórica. Las revoluciones tienen que pensarse, si no se piensan no suceden. Este acto de pensar distinto se tiene que hacer y explicar.

P: Más allá de la forma de trabajar del colectivo hacker, ¿hay una rutina que los caracterice, un estilo de vida que los identifique?
R: No hay una rutina general o un estilo de vida mecánica que nos lleve a repetir cada día unos patrones comunes, pero...

P: ¡Ah! ¿no? Yo creí que trabajaban siempre de noche, delante de varias pantallas de ordenador, que se acompañaban de una lata gigante de Coca-Cola y pizzas y que se les reconocía fácilmente porque iban vestidos de negro..
R: [Risas] Sí, supongo que algunos deben coincidir con esta descripción pero, hablando en serio, creo que Linus Torvalds puede ser un buen ejemplo para responder a su pregunta. Él es muy eficiente en su trabajo, especialmente en atender los requerimientos que le llegan para mejorar el sistema operativo Linux, pero también dedica las noches a potenciar su creatividad y, a veces, trabaja intensamente durante jornadas enteras. Por otro lado, siempre tiene claro que tiene que dedicar parte del día a comer con los amigos, o visitar a su familia, o jugar a algo. Así es que, se podría decir, que este tipo de combinación sería lo más exacto para describir el tipo de vida que podría llevar un hacker.

El modelo hacker para la enseñanza y la vida

P: Usted comenta que la universidad virtual es como una escuela monástica computerizada. Y lo dice en un momento en que el aprendizaje a distancia empieza a extenderse en Europa. Como alternativa, propone el concepto de Academia Red, que seguiría el modelo hacker. ¿En qué consistiría exactamente?
R: No estoy hablando en contra de la universidad a distancia. Conozco perfectamente el modelo catalán, con la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Pero me refiero a un modelo de enseñanza que se asemeja a la Academia de Platón, donde los estudiantes no son sólo receptores del aprendizaje. El modelo hacker que se propone es abierto y la tarea central consistiría en fortalecer las capacidades de cada alumno para plantear problemas, desarrollar las argumentaciones y avanzar críticas. En este caso, los miembros de la red impulsarían su pasión por diversos temas, y desde el principio construirían un entorno donde los estudiantes aprendieran a ser aprendices de investigación desde el principio, debatiendo asuntos con los investigadores. La esencia de este modelo no está en los logros individuales, sino en los colectivos.

P: Mucho han de cambiar las normas académicas para llegar a este estado..
R: No pretendo hacer predicciones. Pero soy optimista cuando pienso que nuestro sistema educativo está apuntando hacia este lado, no para transmitir conocimiento, pero sí para desarrollar las capacidades de los estudiantes para que estudien por ellos mismos durante toda su vida.

P: ¿A qué sistema educativo se refiere? ¿Al de su país, al europeo, al de los países desarrollados, a uno global?
R: Me refiero al de diferentes países pero, especialmente, a de los que están desarrollados.

P: Cuando habla de la ética del trabajo menciona que debemos procurarnos un estilo de vida con dignidad. ¿Qué entiende usted por ‘vivir dignamente’?
R: Una vida digna es cuando una persona puede encontrar los medios humanos para vivir. Se refiere también a que cada uno pueda potenciar lo que puede llegar a ser, no sólo para uno mismo sino para compartir con otros y abrirse a los demás. Incluye también un cuidado o atención especial hacia aquellos a los que se les ha denegado una vida digna en este momento. Muchas partes del mundo están viviendo miserablemente porque unos pocos estamos disfrutando de unas oportunidades que ellos no tienen. La dignidad nos exige que estemos preparados para brindarles a otros oportunidades.
P: Es un buen pensamiento, una buena respuesta, pero no creo que sea muy realista...
R: Ya, pero me preguntaste qué significa la dignidad, y significa esto [risas]. Creo que el mundo no está decidiendo si la dignidad que necesita es imposible.

P: También menciona que no tenemos que establecernos en la cultura de la velocidad. Pero todo indica que el uso de las TIC y el tipo de organizaciones empresariales que se están creando nos dirigen hacia una vida acelerada.
R: No me estoy refiriendo a decidir la manera en que cada uno tiene que vivir, sino en tener mayor flexibilidad laboral y total libertad para hacer las cosas que quieres, sin compartir obligatoriamente un compromiso con las necesidades económicas que esta cultura de la velocidad exige. Compartir una actitud más relajada de la vida. Por supuesto, que si tienes una familia no puedes despertarte por las noches para trabajar intensamente, o dejar tu trabajo para ir a visitar a los amigos cuando te apetece. Por eso digo que no propongo un modelo hacker puro.

P: Aristóteles entendía por ética que es el punto medio entre dos extremos.
R: Sí, pero aquí el punto medio sería cuando la ética hacker se encuentra con la sociedad actual.

P: El equilibrio es difícil de conseguir porque el mundo real, que se rige por las reglas capitalistas, empuja al virtual para que le siga. ¿Se puede cambiar esto?
R: Depende de lo que se entienda por ética del hacker. A veces la gente me tacha de utopista, pero para mí lo que estoy haciendo es describir una forma de vida que mucha otra gente ya lleva. Puedo pensar en todos los creadores tecnológicos, o los que trabajan en medios de comunicación, o en investigación y desarrollo. Sólo estoy describiendo algo que ya está ocurriendo en alguna parte de la sociedad. No estoy prediciendo nada nuevo. Ya veremos lo qué ocurre.

P: Castells ha llegado a decir que si las teorías suyas sobre la ética en el trabajo se cumplieran, quizás este mundo sería mejor.
R: Bueno, esa es su opinión personal y no soy pesimista sobre lo que nos ocurrirá. Creo que si tienes gente que se preocupa por lo que pueda ocurrir, pueden cambiar el mundo. Por supuesto, que estoy convencido que seguir la ética hacker haría que vivieramos en un mundo mejor. Y no voy a decir que la ética hacker sea menos realista que lo que estamos viviendo actualmente.

P: ¿Conoce la opinión de algún otro hacker que haya leído su libro?
R: Sí, algunos me han hecho comentarios.

P: Lo digo porque la comunidad hacker suele ser muy celosa de su mundo. Por ejemplo, cuando celebran encuentros sólo están acreditados medios o periodistas muy especializados.
R: Ha sido muy bien acogido, probablemente porque escribí el libro con tiempo, intentando entender el comportamiento del hacker y su forma de pensar. Hay muchos hackers que están sólo interesados en la tecnología y menos en la palabra, pero no obtuve ninguna respuesta de hackers que no quisieran que se pusiera a debate público los pensamientos hackers para que formaran parte de un debate público en nuestra sociedad.

P: Después de este libro, ¿a qué va a dedicar su tiempo laboral? Dejemos el ocio aparte.
R: Acabo de terminar un segundo libro con Manuel Castells sobre la sociedad finlandesa, tal y como ya mencioné. Ahora estoy a punto de iniciar otra investigación en Berkeley que me llevará el resto del año sobre los retos sociales de la Era de la Información.

Debate público

P: Algunos de los directivos de grandes compañías de informática como Apple, Sun, o Cisco fueron primero hackers. ¿Por qué hasta ahora nadie había traducido esta filosofía de trabajo?
R: Creo que hay diferentes argumentos. Es cierto que la Sociedad de la Información ya es una realidad, pero se hizo plenamente visible con la aparición de la World Wide Web, y esto no ocurrió hasta mediados de los 90. Esto hizo que tanto la web como Internet se vieran como símbolos de un cambio, de una revolución. También ocurrió que, más o menos en ese momento, la discusión pública sobre el significado de la Era de la Información salió de los ámbitos puramente académicos, tomó importancia fuera de los muros de las universidades y es cuando se empieza a hablar de la ética del hacker. Por otro lado, es posible que los que estaban involucrados en esta revolución no fueran conscientes de lo que representaba la ética en el trabajo, y que ellos se centraran más en lo que estaban haciendo que en analizar con detalle, desde una perspectiva exterior, lo que estaba significando para el conjunto de la sociedad.

P: Manuel Castells —que escribe el epílogo de "La ética del hacker..."— ha dicho que, en estos momentos, hay un debate abierto sobre las tesis que usted defiende. ¿Cuál es la razón que incita a que gente de España y EE.UU, a que trabajadores de grandes corporaciones y de pequeñas empresas digitales de diferentes continentes, culturas e idiomas estén participando de ese debate?
R: Bueno, el libro se ha traducido en 20 idiomas con gran publicidad en cada país. Por lo que he visto hasta ahora, en Japón, en EEUU, e incluso en España todos los escenarios tienen en común que siguen la herencia de la revolución industrial y se negocia bajo la visión capitalista. Sin embargo, creo que hay un sentimiento generalizado, de que se empieza a entender que esta forma de trabajar va a cambiar y que algo nuevo está por llegar pero que todavía no se ha captado cuál es el espíritu o la cultura de la Era de la Información. Entiendo que el libro puede ser atractivo porque propone un vocabulario para iniciar este debate público acerca de esta revolución.


P: Me habla de países desarrollados y de sociedades capitalistas, pero ¿cuál cree que será la reacción de la gente de Corea, o de China, o de algún país árabe? Lo digo porque en China, por ejemplo, el gobierno controla muy de cerca Internet y todo lo relacionado con ella.
R: No lo sé, sólo puedo especular. El principal interés está en que estos países están experimentando cambios más lentos y están pasando de una economía industrial a una economía de la información. Estuve en China no hace mucho. Y es cierto que no están tan abiertos ni tienen acceso directo a la Red como nosotros, pero ellos también están pensando en los mismos temas que propongo en mi libro. Quizás no les está permitido hablar de libertad de expresión o de privacidad, pero ésta es sólo una parte del libro. Creo que toda la parte de la ética del trabajo les puede interesar.

P: Últimamente, estamos viendo cómo las policías de todo el mundo están contratando a hackers o utilizan sus mismas prácticas con la finalidad de controlar más las comunicaciones privadas de los individuos que actúan en la Red, especialmente a partir del 11-S. ¿Qué opinión tiene de ello?
R: Como ya he mencionado, el espíritu hacker defiende la libertad de expresión y la parte más creativa de cada individuo. Este control que se está ejerciendo por parte de los gobiernos entra totalmente en contradicción con lo que nosotros promulgamos y creemos. Creo que limitar la libertad de expresión y la privacidad con el pretexto de erradicar el terrorismo y en defensa del mundo es un error porque... por supuesto, que se tiene que velar por la seguridad de un país pero es un error relacionar ésta con la libertad. Porque si tienes menos libertad no es cierto que estés en una sociedad más protegida y segura. Podemos fijarnos en la historia de muchos países europeos que han vivido bajo gobiernos totalitarios, y sus resultados. Y ahora podemos mirar a qué tipo de país nos está machacando con el tema del terrorismo, y cuáles son sus prácticas de limitar la libertad de expresión, y la privacidad, y... nosotros no vamos a unirnos a ellos.

P: ¿Hay algún debate público entre los hackers para evitar esta situación? Porque varios países, entre los que se encuentra España, están llegando a acuerdos con el gobierno norteamericano para permitir este control en aras de la lucha contra el terrorismo.
R: Sí, es muy fuerte. En EE.UU, en Europa hay clubs muy potentes, como el Electronic Frontier Foundation que están defendiendo todos estos derechos y está intentando tomar decisiones al respecto con otras organizaciones afines. Sin embargo, es muy peligroso introducir este tipo de control que están haciendo los gobiernos en nuestras sociedades.

P: ¿Cuál es la responsabilidad social del hacker en esta nueva sociedad, si es que cree usted que tiene alguna?
R: No hay un punto de vista generalizado de la comunidad hacker en este sentido. Pero, personalmente, puedo decir que algunos hackers son muy ‘libertarios’ y quieren minimizar el rol de los gobiernos. Sin embargo, no creo que los valores del hacker puedan llevarse adelante sin que éstos marquen ciertas medidas. Para tener, por ejemplo, una economía más abierta que garantice los derechos de la propiedad intelectual y de las patentes se puede optar por cambiar ciertas cosas a partir de acciones individuales, pero también son necesarias decisiones públicas sobre estos temas y una cooperación global. Mi punto de vista es que los valores del hacker pueden ser requeridos cuando los gobiernos emprendan acciones osadas y no dejen que todo pase por el tamiz de las grandes compañías y el control de los mercados.

La cantera de hackers europeos

P: De la Universidad de Helsinki han salido muchos de los hackers más conocidos de Europa. ¿Cómo ha influenciado la cultura de su país en la creación de esta comunidad?
R: Antes que nada quisiera decir que el hackerismo depende de las decisiones particulares de cada individuo. Creo que de mi país salen tantos hackers porque nuestra sociedad favorece esta cultura. Pensemos en Linus Torvalds que también es finlandés. Le llevó 8 años terminar su trabajo en el Master en la universidad, de donde surgieron sus ideas de un nuevo sistema operativo, Linux. Esto fue posible sólo porque el estado finés contribuye al desarrollo de la Sociedad de la Información. Así que tenemos a mucha gente inteligente que procede del campo de la educación pública desarrollando ideas tecnológicas y, por otro lado, tenemos financiados muchos servicios por el gobierno para poder ser más competitivos con otros países, donde se están recortando presupuestos en este sentido. Con esta estructura social pública, donde además la universidad es completamente gratis y el Estado paga a cada alumno por estudiar...


P: ¿Pagan al alumno por estudiar, ha dicho?
R: Sí, en Finlandia cada estudiante recibe 250 euros al mes por acudir a la universidad, y ello hace que no haya estrés por conseguir un trabajo, ni pensar en tu futuro, ni cómo vas a sobrevivir durante los años que decidas estudiar. El Estado te ayuda. La diferencia con muchos otros estudiantes de otros países es que nosotros no estamos pensando en ganar dinero lo antes posible, sino qué capacidades especiales tiene cada uno y qué puede hacer con ellas. Y ésta es la razón principal que llevó a Linus invertir ocho años de su vida en la universidad.


P: Cuando vemos estadísticas sobre el nivel de desarrollo tecnológico en Europa los resultados siempre son similares: a la cabeza los países nórdicos y a los pies España. ¿Qué cree que debiéramos hacer para ser competitivos en la Sociedad de la Información?
R: Compañías como Nokia están realmente impulsando una política tecnológica muy fuerte ya que ahora están confiando mucho en el sistema operativo Linux, lo que se traduce en una participación muy activa del movimiento de Código Abierto. Y con Nokia ya tenemos 35 años de experiencia en innovación. Si a ello le sumamos otros factores, como que el gobierno finlandés siempre ha financiado proyectos orientados a la investigación tecnológica; o que las universidades cuenten con grandes dotaciones tecnológicas; o que el 70% de los estudiantes se decanten por carreras de ciencias y tecnológicas; o que sea muy fácil obtener del gobierno inversiones de capital riesgo para nuevas ideas, etc. , hace que tengamos a mucha gente pensando en lo mismo. Quiero decir que los resultados de estas estadísticas no son fruto de algo que ocurrió de repente. Creo que hay ciertos elementos en el caso finlandés que pueden ciertas claves a otros países europeos sobre cómo entrar en la Sociedad de la Información de manera más competitiva. Manuel Castells y yo hemos escrito otro libro, que será publicado a finales de este año en varios idiomas (también en castellano y catalán) sobre el caso finlandés.


P: ¿Cómo se titula?
R: "La Sociedad de la Información. El modelo finlandés", y será publicado por Oxford University Press. Lo importante de este libro es la idea de que la evolución de la Sociedad de la Información ha de ir acompañada del estado del bienestar. El estado ha de dar la garantía a los jóvenes de que podrán ser educados para continuar con el desarrollo social de manera sostenida. En mi opinión, Europa no debería intentar imitar Silicon Valley que tecnológicamente puede tener mucho éxito, pero socialmente es muy inhumano. Y nosotros no estamos invirtiendo por conservar nuestras tradiciones sociales europeas que son nuestros mejores valores, y que vayan en la dirección de construir soluciones globales para la Sociedad de la Información.

P: Una de las críticas que ya se le ha hecho a su libro es que todos los ideales que propone sobre la ética del trabajo están enfocados a sociedades desarrolladas, que cuentan con un alto nivel tecnológico, sin poner ningún ejemplo sobre cómo sería esa ética en países en vías de desarrollo. ¿Qué opina al respecto?
R: Sí, cierto. Esto es porque actualmente el desarrollo está liderado por el viejo espíritu capitalista y no por la ética hacker. Para que los países más pobres cambien su destino necesitan un salto tecnológico, y éste no lo podrán conseguir a menos que aprendan de nuestra experiencia de la información. Como es el caso de Japón, que en pocas décadas se ha convertido en uno de los principales países tecnológicos, y esto lo han conseguido copiando información de Occidente, y el beneficio ha sido para Japón pero también para Occidente. Ahora estamos intentando crear una propiedad de los derechos intelectuales en una organización mundial cuyo propósito sería acercar a estos países más la información de una forma metódica para que dieran ese salto tecnológico. ¿Cómo acelerar este proceso en África, Asia o América Latina? Se necesitaría un cambio real para que los flujos de información y de experiencia fluyeran mucho más libremente.

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* en.red.ando fue una publicación electrónica pionera en Internet. El periodista científico Luis Angel Fernández Hermana la creó en 1996 y estuvo en activo hasta el verano del año 2004.
Durante los 8 años de vida, en.red.ando acumuló más de un millar de artículos de un centenar de colaboradores repartidos por todo el mundo, en especial de Latinoamérica. Por desgracia, ya no se encuentra en la Red.


2 Comments:

At 4:06 a. m., Anonymous Anònim said...

muy interesante la entrevista, y agradecido por la publicacion de la misma

saludos desde Bolivia

 
At 12:23 a. m., Blogger Cristian said...

El hecho de los hackers es interesante y por eso esta bueno saber como se manejan y de que forma operan. Por eso me interesa ver y conocer de que forma logran realizar su cometido con distintos sitios, mas alla de si sean pequeñas paginas o importantes redes sociales como facebook.

 

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