"El uso de la tecnología hace capaces a las personas"



Esta entrevista a Antonia Stone la realicé en el año 2000, un momento en que las redes de telecentros en nuestro país estaban empezando a gestarse y la 'alfabetización digital' gratuita era una utopía, sólo puesta en práctica en EEUU. Se hablaba de erradicar la 'División digital', ese término que todavía ahora, 6 años más tarde, estamos discutiendo cómo conseguir sacarlo de nuestro vocabulario tecnológico. Esta mujer de 76 años pasó por Barcelona y nos dio una buena lección de cómo se puede lograr hasta lo imposible.

¡Que disfruten de la lectura!

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Fecha de publicación: 22/08/2000
Entrevista con: Antonia Stone, fundadora de CTCNet (Community Technology Centers' Network).
Publicada en: en.red.ando*

Autora: Karma Peiró

"El uso de la tecnología hace capaces a las personas"



Antonia Stone es una de las personas más positivas y optimistas de cuántas he conocido en los últimos años. Inauguró la primera comunidad virtual, en 1981, en el barrio latino de Harlem (Nueva York, EE.UU) con el nombre de "Jugando a ganar" ('Playing to win'). El fabricante de los primeros equipos informáticos fue Atari. Empezaron con seis ordenadores, pero pronto se quedaron cortos y tuvieron que conseguir más financiación. Antonia dice que entonces, cuando no había Internet y las herramientas tecnológicas estaban en manos del ejército y de la universidad, "nadie creía que los ordenadores fueran a ser tan importantes". Hoy, la iniciativa que puso en marcha esta pionera de las tecnologías se ha convertido en un movimiento nacional, la Red de Centros Comunitarios Tecnológicos (Community Technology Centers Network- CTCNet), e incluye más de 350 centros tecnológicos afiliados en los Estados Unidos y algunos de Europa. El mes pasado, Antonia Stone estuvo unos días en Barcelona, invitada por la Comunidad Virtual del Raval (RavalNet) y por CANet (el Centro de Aplicaciones Internet).

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P. Explíqueme cómo fue la experiencia de introducirse en Harlem, y crear la comunidad "Playing to win", a principios de los años 80.
R. Verás.... después de pasado el tiempo, y porque finalmente tuvimos éxito y lo puedo ver desde el lado bueno de la balanza, parece que no fue tan duro. Pero en aquel tiempo fue extraordinariamente difícil, porque la gente no creía que se podía trabajar con los ordenadores, ni veían ninguna buena razón para invertir dinero en actividades que estuvieran destinadas a que la gente de la calle utilizara los ordenadores. Conseguir la tecnología fue complicado, conseguir ayuda financiera también, pero lo más difícil fue mentalizar a la gente del buen uso que le podían dar a los ordenadores. Piense que no teníamos ni Internet. "¿Qué puede hacer un ordenador por mí?", me preguntaban. Cuando la tecnología mejoró.......¡booom! todo cambió. Y empezamos a tener éxito. Los medios de comunicación difundían sus ventajas, y ya no tuvimos que dar más explicaciones. Todo se entendía.


P. ¿No le dieron ganas de tirar la toalla a mitad de camino?
R. Bueno.... empezamos con seis ordenadores, después tuvimos 20, y finalmente 50. La gente se pasaba horas en el centro... y yo me esforzaba por saber en qué estaban interesados. "¿Te gusta la música, pintar, escribir, jugar?". Y cuando veían que eran capaces de hacer todo esto, traían a amigos, a sus padres, a sus hijos. ¡Se había despertado el interés!. Pronto, el centro empezó a llenarse cada día de gente que era capaz de hacer cosas que nunca hubiese imaginado. Esto nos dio fuerza para conseguir compañías interesadas en nuestras actividades.


P. En CTCNet tienen asociados Centros Tecnológicos (Community Technology Centers- CTC), Centros Locales (Community Networks- CN), y Centros de Medios de Comunicación (Community Media Centers- CMC). ¿Qué diferencias hay entre todos ellos?
R. Hay diferencias, aunque ofrecen servicios similares. Los CMC sirven para dar acceso a la tecnología digital: la gente acude a aprender cómo hacer películas de vídeo para televisión. En los CN se enseñan los recursos de la Red; y en los CTC la gente va a poner sus manos en los ordenadores por primera vez y a aprender qué puede hacer con la tecnología. Tiene que haber sitios como éstos para desarrollar recursos para la comunidad, para diferentes grupos sociales con diferentes servicios.

P. ¿Y están todos en el mismo espacio físico?
R. Hay uno en Massachussets que concentra todos estos centros en el mismo sitio, pero en otros lugares están separados.

P. Los CN se parecen a los telecentros europeos donde la gente acude para trabajar a distancia. Éstos se encuentran en zonas rurales o en aquellas poco favorecidas económicamente. Son una gran ayuda, también, para personas en paro o con problemas de discapacidades físicas y psíquicas.
R. No conozco los servicios que ofrecen los telecentros aquí en Europa, pero nuestros centros cumplen con la función social de reunir a la gente. La tecnología es como la zanahoria que los atrae. En realidad, lo que la gente quiere es hablar y relacionarse. En estos centros comunitarios ayudamos a acceder al mercado de trabajo, y a gente mayor como yo que nunca hubiera imaginado que podría comunicarse con otras personas a través de ordenadores conectados. En CTCNet también hemos impulsado pequeñas empresas, y se han puesto en marcha servicios de comercio electrónico.

Educar a los profesores conectados

P. En los últimos años, los gobiernos de varios países han puesto en marcha planes para que nadie se quede al margen de las tecnologías. No sólo en EE.UU, sino en Europa, África y otros continentes hay iniciativas similares. Pero para conseguir resultados visibles tendrán que pasar unos cuantos años todavía. ¿Se ha empezado a trabajar tarde en este sentido?
R. Es fácil para los políticos hacer planes con tan buenas intenciones. Pero cuando hablamos de "División Digital" tenemos que saber que no nos estamos refiriendo a cualquier cosa. No sé lo que ocurrirá en los próximos diez años, y no creo que nadie lo pueda predecir. Pero lo que importa es que lo están intentando, y para ello es necesario un gran plan. Si quieres abrir un centro en una comunidad, necesitas primero estudiar la gente que hay en ella, y preguntarles qué quieren hacer, qué necesitan. Ahora, tenemos políticos y grandes compañías interesados en poner dinero en estos programas, pero no hablan con la gente. Entonces se gastan millones de dólares, y después... ¡se sorprenden de que la "División Digital" todavía esté presente!. Llegará a funcionar, pero hace falta tiempo. Y hasta ahora no se han dado cuenta de la importancia de estos grandes planes.

P. ¿Qué les propone usted a los presidentes de estas compañías que invierten dinero en tan buenas causas?
R. Cuando alguien ha hecho alguna cosa, es fácil saber en qué podía haberse mejorado, pero si nadie lo hace... no sabes nunca como perfeccionarlo. Hay que empezar teniendo claro esto. El debate de la "División Digital" es complejo. Por un lado, hay gente que no tiene ordenadores, ni posibilidad de acceder a ningún centro público desde el cual conectarse; y, por el otro lado, los hay que nacen casi con un ordenador bajo el brazo y para ellos, su manejo, es tan natural como el dormir, comer o respirar. Creo que sería muy útil empezar por introducir conexiones a Internet en todas las escuelas de cualquier país, y también en las bibliotecas. ¡Y educar a los educadores!. Cuando se les pregunta a las grandes corporaciones como Microsoft, Intel, o AOL: "¿Qué vais a hacer en este asunto?", ellos responden: "¡Ah! sí, debemos hacer alguna cosa!". Entonces miran alrededor, y quizás hablan con alguna comunidad y en último recurso preguntan qué necesitan.

P. Ha mencionado que los profesores tienen que aprender el uso de la tecnología. El mismo debate se tiene en España, desde hace un par de años. Pensé que en EE.UU habían superado la barrera de la adaptación de los educadores a las nuevas tecnologías y que ya se habían encontrado fórmulas para combinar los estudios tradicionales con Internet.
R. No se puede generalizar, pero le diré algo: en los años 70, cuando yo era profesora de matemáticas ya utilizaba tecnología en mis clases. Entonces, conocía a los 200 profesores que seguían mi sistema en todo el país. En aquel momento se inauguraba la primera conferencia nacional para educadores que utilizaban tecnología. Hoy, la misma conferencia agrupa a 10.000 profesores. ¡Es una gran cifra! Pero, ¿cuántos profesores hay en EE.UU? ¡Millones!. No es suficiente. Si vas a conectar todas las escuelas de acuerdo con los planes de Bill Clinton y Al Gore... hazlo bien.

P. El año pasado tuvo una audiencia en la Casa Blanca para entrevistarse con Bill Clinton. ¿Qué le dijo?
R. ¡Oh! el año pasado fue muy importante para mí porque las cosas funcionaron muy bien. No llegué a hablar con el presidente. De momento, sólo estoy en su agenda, lo que no quiere decir que me fuera a recibir en el momento de la audiencia. Ahora hay que esperar.

Creando comunidades

P. ¿Cuántos centros agrupa el movimiento de CTCNet?
R. Exactamente, no lo sé porque el crecimiento es muy rápido. Probablemente, haya entre 300 y 500 centros asociados en el país, y otros tantos en fase de desarrollo por parte de iniciativas privadas de empresas como AOL, o del gobierno.

P. ¿ Cómo se financia tanto centro?
R. CTCNet está subvencionado por programas gubernamentales, más las inversiones que proceden de grandes compañías. De cara al futuro, preveemos que en EE.UU estos centros se puedan financiar a través de los impuestos de los ciudadanos. Creo que en España, la única institución que hace algo parecido es la Iglesia.

P. Pero.... imagino que estas compañías que apuestan por el movimiento de CTCNet querrán algo a cambio. ¿Qué les dan?
R. Por supuesto. En primer lugar, tenemos la posibilidad de cubrir una fuerte demanda de personal especializado en tecnologías de la información con la gente que formamos en nuestros centros. Pero el mejor beneficio para ellos, aunque no me gusta, es la publicidad que obtienen al anunciar que se dedican a invertir en iniciativas sociales de este tipo. Cuando empecé, Atari- que era el esponsor que teníamos entonces- me pidió que, a cambio, de equipar el centro éste debía llamarse "Atari Center". Por supuesto, me negué. IBM llegó después para ofrecerme ordenadores, y clases de manejo de éstos para la gente del centro si, a cambio, nos dedicábamos a comprobar, durante 20 horas a la semana, software que después debía comercializarse. Y, de nuevo, dije que no. Esto es un "quid pro quo" (tanto me das, tanto tienes). Sin duda, la mayor recompensa para el gobierno es que estamos contribuyendo a que la población norteamericana sepa darle uso a las nuevas tecnologías.

P. Usted comenta en sus conferencias que en la Red es importante compartir experiencias para aprender todos juntos. Pero en la vida real todo se mueve por intereses más individualistas.
R. Es cierto. En CTCNet también llega gente con ideas que no quiere compartir, porque pueden rentabilizarlas ellos solos. Pero necesitamos gente que entienda que es mejor trabajar en equipo. El mundo ya es bastante complejo, y hoy para realizar bien un trabajo has de dominar distintas áreas. Es mucho más fácil juntar a personas especialistas en diferentes materias.

P. ¿Cómo se consigue ese cambio de mentalidad?
R. Pues actuando. En CTCNet hemos tenido jóvenes voluntarios de Holanda, Finlandia, Brasil, Rumanía, la República Checa, e incluso de Filipinas aprendiendo nuestra manera de funcionar. Ellos regresarán a sus casas con experiencias muy ricas, y quizás se conviertan en activistas que iniciarán nuevos programas en sus comunidades. Ahora tenemos la herramienta: Internet. ¡Sólo tenemos que darla a conocer! Mire... tener éxito no es fácil, pero muchas veces es un golpe de suerte. En cambio, cuando alguien comete un gran error aprende mucho de esa experiencia. ¿Por qué no ponerla a disposición de todo el mundo para que otros puedan aprender de tus errores?

P. "¡Explica un gran error en tu página personal!", podría ser el reclamo para que todos aprendiéramos. Y en lugar de acudir a las FAQ (preguntas más solicitadas) consultar esta otra página.
R. (risas) Sí, debiera ser así. Nosotros tenemos en CTCNet un libro con toda nuestra historia. Es un manual del centro. Cualquiera puede descargársela por 25 dólares (unas 4.500 ptas), pero si la quieren está allí gratis. Es una buena información. Mucha gente me dice que estoy loca, que debiera tener un copyright, pero no tiene ningún sentido. Porque lo que queremos es que el movimiento se multiplique. Si quieren enviar el dinero para CTCNet, ¡fantástico!, pero si no lo hacen tampoco pasa nada.

P. El año pasado, celebraron en Chicago (Illinois, EE.UU) el primer encuentro presencial de todos estos centros. Este año, lo han celebrado en Atlanta (Georgia, EE.UU). ¿A qué conclusiones llegaron?
R. La conclusión final es que el próximo año, que lo celebraremos en San Diego (California, EE.UU), tiene que ser un encuentro internacional con gente de España, Japón, Sudamérica...etc. Yo estoy aprendiendo más aquí, en vuestro país, viendo cómo funcionan las comunidades virtuales, que desde allí. Compartir es muy importante porque te hace muy rico en experiencias.

P. ¿Estará presente en el encuentro de comunidades virtuales, Global Conference 2000, que se celebrará en Barcelona el próximo mes de noviembre?
R. Me encantaría para poder explicar con detalle lo que está haciendo la gente activa en CTCNet. Yo soy la historia viviente del movimiento (risas), pero no trabajo ya en el centro.

Por un mundo mejor

P. ¿Cree que la creación de comunidades virtuales puede ser una solución para acabar con la exclusión tecnológica en los países en desarrollo?
R. No lo sé. El año pasado estuve en una conferencia internacional en Toronto (Canadá) y escuché grandes planes al respecto. Por ejemplo, el gobierno de la India planea abrir 15.000 centros alrededor del país para que la gente aprenda a manejar las tecnologías. Estarán disponibles para los funcionarios del gobierno y los profesores de enseñanza secundaria. Escuché planes similares para Filipinas, Sudáfrica, Costa Rica, Perú... en muchos lugares del planeta. Estas iniciativas no sólo están en EE.UU o en España. Pero no debemos olvidar que los que vivimos en las grandes ciudades tenemos otra perspectivas del uso de las tecnologías, que aquellos que habitan en zonas remotas alejadas de las grandes urbes. Esto lo podemos ver en EE.UU frecuentemente donde una casa está a 40 millas de la otra. Promover el uso de las tecnologías en las ciudades es, relativamente, fácil porque las infraestructuras básicas las tenemos aseguradas. Pero.. ¿cómo van a poder beneficiarse de las tecnologías los que viven sin todo ello? Es posible conectar a todo el planeta, pero pasará todavía un tiempo.

P. La India se está convirtiendo ahora en uno de los principales exportadores de especialistas en tecnologías de la información. Y la mayoría de ellos van a parar a empresas punteras de EE.UU....
R. Claro, éste podría ser un método para cambiar las situaciones Norte-Sur. Muy pronto la India podría contratar a norteamericanos para que fueran a aprender a sus centros tecnológicos de la India, o a Sudáfrica... ¡Puede ocurrir!

P. Hace unos meses estuvo en Barcelona, el padre de Internet, Vinton Cerf, y nos explicó que está trabajando en el proyecto de la Internet Interplanetaria y que será una realidad en las próximas décadas. Pasó también por aquí, el sociólogo Alain Tourain y comentó que en los próximos años veremos como el Tercer Mundo, y, en especial, las mujeres de estos lugares serán el motor del futuro. Y ahora llega usted....disculpe, ¿qué edad tiene?...
R. 70 años

P. Llega usted, con casi la misma edad que todos estos expertos, y me explica que pronto veremos el planeta interconectado y que las comunidades virtuales pueden ser la solución a buena parte de los problemas de este mundo a principios del siglo XXI. Perdone que saque mi lado más escéptico.
R. (risas) Tiene razón, suena todo muy utópico. Pero ¿qué cree que pueda ocurrir? ¿Quién puede cambiar las cosas? La gente. Ahora disponemos de la herramienta más poderosa para que se cumplan todos estos planes que nosotros, los viejos expertos, pronosticamos. Nunca antes en la historia de la humanidad hubo una herramienta tan potente en tantísimas manos. Quizás es muy pretencioso pensar que toda la gente que tenga la oportunidad de entrar en contacto con la tecnología, hará un buen uso de ella. Pero... ¿por qué pensar lo contrario?

P. ¿Cree que vivirá para ver estos cambios?
R. No, no lo creo. Pero yo ya me considero una privilegiada por haber tenido la oportunidad de hacer todo lo que he hecho hasta hoy.

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Perfil: Antonia Stone es la fundadora de la Red de Centros Comunitarios Tecnológicos (Community Technology Centers Network- CTCNet), que unifica organizaciones y programas que comparten el compromiso de proveer herramientas tecnológicas para aquellas personas que no tienen posibilidades de acceder a ellas. Es coautora, con Jo Sanders, del libro: "The Neuter Computer: Computers for Girls and Boys", y del libro : "Keystrokes to Literacy: Using the Computer as a learning Tool for Adult Beginning Readers", además de haber escrito numerosos artículos sobre el acceso a las tecnologías.

En 1994 fue galardonada con el Premio Norbert Wiener para profesionales de los ordenadores con responsabilidad social, y fue nominada por la revista Newsweek como una de las 50 personas más activistas de la comunidad tecnológica norteamericana. Recientemente ha sido seleccionada como la primera destinataria del Premio de la Association for Computing Machinery's Eugene L. Lawler, que premia las contribuciones humanitarias con la informática y la ciencia de los ordenadores.

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* en.red.ando fue una publicación electrónica pionera en Internet. El periodista científico Luis Angel Fernández Hermana la creó en 1996 y estuvo en activo hasta el verano del año 2004.
Durante los 8 años de vida, en.red.ando acumuló más de un millar de artículos de un centenar de colaboradores repartidos por todo el mundo, en especial de Latinoamérica. Por desgracia, ya no se encuentra nada de todo aquello en la Red.