El arte de ilustrar fantasías++

Hace unos días entrevisté a Gusti, un ilustrador de cuentos infantiles que un buen día dejó su Buenos Aires querido para dar vueltas por el mundo. En sus viajes llegó a Barcelona, y aquí se quedó para vivir con su mujer Anne, su hijo Théo y el que viene de camino.

(Gusti con su hijo Théo, dibujando 'El nen gris')

Gusti es uno de aquellos personajes singulares, alguien que sabe de muchas cosas curiosas a sus 42 años. Entre ellas, se dedica a trabajar con aves rapaces, colabora con con el proyecto Aguila Harpía de Ecuador y con el Proyecto Cóndor en la Patagonia. "Siempre que puedo viajo a la selva", me dijo. "Y estoy con la gente que trabaja para salvarla, para conservar la cultura milenaria y las tradiciones. Realizo cuadernos de viaje con mis dibujos en lugar de fotos, como los antiguos naturalistas".

Recientemente, le han concedido el 'Premi Serra d'Or ' por el cuento 'El nen gris'. Dice que su hijo Théo le ayudó a inspirarse. "Los niños dibujan sin la presión de los profesionales". En las fotos se le ve en ese mágico momento de creación.




Otra de sus últimos trabajos ha sido ilustrar el cuento juvenil, 'El chamán de la tribu'. Cada dibujo es casi una obra de arte: primero los hizo sobre madera, después los escaneó y, por último, les dio un retoque digital
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Gusti me contó que de pequeño siempre tenía un lápiz a mano para dibujar las fantasías que le pasaban por la cabeza. También me dijo que el dibujo 'es sagrado, que se le ha de respetar porque tanto puede unir mundos como separarlos'.

Me explicó muchas otras cosas, pero mejor leerlas en la entrevista de La Vanguardia.
No se pierdan su blog, donde va dejando las mejores muestras de su imaginación.

Gustiart, sitio oficial
Blog de Gusti, gustillimpimuk-ul-xic