Las redes de telecentros en España. Una historia por contar...



** Presentación oficial del libro en el V Congreso Nacional de Telecentros, celebrado en Donostia, los días 23 y 24 de marzo de 2006, por Karma Peiró***



La importancia de las redes de telecentros

(¡Descarga gratuita en .PDF!)

La importancia de las redes de telecentros es indiscutible puesto que son los ejes que introducen los proyectos tecnológicos en materia de Sociedad de la Información destinados a la población española. Estas redes se han convertido en los instrumentos de las políticas de los diferentes gobiernos para reducir la ‘brecha digital’ entre la ciudadanía y la labor social que están realizando es de un valor incalculable. Después de cinco
años de experiencia, sería impensable el tránsito de una sociedad industrial a una tecnológica sin la intermediación de estas redes. A pesar de su complejidad.


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La idea de escribir el libro: 'Las redes de telecentros en España. Una historia por contar...' surgió en febrero de 2005, en el IV Congreso Nacional de Telecentros, celebrado en Zaragoza y organizado por el Instituto Tecnológico de Aragón (ITA). Allí se concentraron, como hoy, buena parte de las personas responsables de estas redes, entre ellas el director de Sociedad de la Información de la Fundación CTIC (Centro de las Tecnologías de la Información y la Comunicación) de Asturias, Paco Prieto.
Después de una puesta en común, se empezó a gestar el proyecto de recoger en un libro la realidad de las redes de telecentros en España, así como sus preocupaciones y retos futuros.

Y aquí estamos, con el libro entre manos. Han sido 8 meses de trabajo recogiendo y condensando material y documentación facilitado por 14 redes de telecentros de España.

Una historia por contar...
El éxito de las redes de telecentros reside no sólo en su modelo de funcionamiento sino en la
gestión única de cada una de ellas. Las opiniones recogidas en este libro, los datos sobre niveles de uso, la valoración de las población usuaria o la cantidad de personas formadas en el manejo de las TIC en los últimos años en España indican que las redes de telecentros van por el camino correcto.

La cantidad de telecentros que hay actualmente en España (aunque es difícil estimar la cifra exacta, podríamos estar hablando de unos 5.000); la cantidad de personas que acuden a estas instalaciones para incorporar las TIC a sus vidas personales y profesionales (aproximadamente, más de 2 millones de usuarios en cinco años); la cantidad de talleres y cursos formativos que se han impartido entre todas las redes de telecentros (más de 50.000 en los últimos 5 años), así como la cantidad de resultados positivos que toda esta formación ha generado, son una buena muestra de que las redes de telecentros van por el buen camino. Son cifras espectaculares pero reales, además de una buena muestra del volumen de energía que hay empleado en la formación y organización de actividades.

La clave del éxito de las redes está en que todas comparten con sus telecentros filosofía, imagen de marca, objetivos, métodos de gestión y metodologías de trabajo. El personal dinamizador que trabaja en los telecentros, con una ubicación geográfica dispersa, también funciona en red junto con el personal de coordinación técnológica, logística y de contenidos. Si los telecentros fueran islas (por muy asentados que estuvieran en el territorio de influencia), desaperecerían. Ahí está el quid de la cuestión: en su formato de red.

Quizás todavía se deba avanzar más en el modelo de gestión de los telecentros y sus organizaciones, pero es de suponer que las propias necesidades territoriales las ha
rán evolucionar: los objetivos de alfabetización digital pronto serán cubiertos y se dará paso a servicios más avanzados como la e-administración, la formación a distancia, la banca y el comercio electrónico de manera generalizada. Esta evolución ya se observa en estos momentos, a pesar de la juventud de algunas redes.

Han pasado años de experiencias fallidas hasta que han comprobado que sólo pueden funcionar en red. Y este hecho no es fortuito: los telecentros trabajan con herramientas tecnológicas que también se entienden de la misma manera. Internet es una gran red de redes. A medida que las personas nos vamos incorporando a ella, entendemos su funcionamiento, actuamos, participamos y nos relacionamos con otras personas, de tal forma que llegamos a poner nuestra vida en una red. Y nos sumergimos en ella diariamente, para volver a crear, participar y comunicar.

Hacia la complejidad de las redes

El primer telecentro en España fue el de Gordexola (1997, País Vasco) y la primera red de telecentros, la de Asturias (2000). Entre el inicio de una y otra experiencia sólo pasaron 3 años, sin embargo, hubo un cambio radical de la forma de funcionamiento interno y externo, la configuración de una red, la coordinación diaria de ésta, la formación del personal dinamizador que iba a estar presente en los telecentros, la recogida de datos del funcionamiento de la red, el análisis de estos datos, la repetición o invención de nuevos servicios, nuevas utilidades a ofrecer a la población, etc….. Es decir, en sólo 3 años, hay un mundo de diferencia.

Al recoger la información histórica de los telecentros he constatado que la mayoría de los que abrieron en España, en la década pasada, contaban con un financiamiento europeo, un primer impulso económico que les daba para equiparse tecnológicamente pero… poco más. Esos proyectos no traían un manual de funcionamiento del telecentro, una guía básica o algo parecido. Así es que muchas de las acciones iniciales fueron por pura intuición de quienes los gestionaban. Su principal objetivo era dar a conocer el teletrabajo como solución a muchos de los problemas de aislamiento o de falta de comunicación que se localizaban en las zonas
rurales y en las que estaban más alejadas de los núcleos urbanos.

Sin embargo, al comenzar las primeras redes de telecentros el principal interés ya no era promover el teletrabajo sino acercar las TIC a la población. Muchas de las organizaciones de estas redes, al analizar el terreno que pisaban, se dieron cuenta que no podían empezar la casa por el tejado y que si querían difundir y promover el uso de las TIC primero tenían que hacerlas accesibles. Conseguido el primer objetivo, venía al siguiente: lograr formar o ‘alfabetizar digitalmente’ a la ciudadanía y demostrar que es posible entrar en la Sociedad de la Información sin prisas pero sin pausas. Ahora, las redes pioneras (como la de Asturias, los KzGunea o Extremadura) ya están mirando hacia un tercer objetivo: que es lograr la ‘ciudadanía digital’, es decir, incorporar la administración pública a la vida de las personas. Por su parte, la administración también tiene mucho camino que recorrer. Todos los políticos entrevistados (de las comunidades de Asturias, Andalucía, Cantabria, Catalunya, Aragón, País Vasco y La Rioja) están convencidos que no pueden parar la maquinaria y que el camino que han de abonar es el de la comunicación digital con la ciudadanía, el ofrecer servicios e información que les sean útiles en sus vidas profesionales y personales.

¿Y por qué un libro de redes de telecentros?
Desde el año 2000, las redes de telecentros son ya una realidad. Sin embargo, hasta la fecha no se había publicado una referencia documental monográfica, con una labor investigadora detrás, en la que se hiciera partícipes a los ‘actores’ principales para que aportaran su visión y explicaran qué son los telecentros y cuáles son sus valores en la Sociedad de la Información.

Es cierto que hay abundante documentación sobre la importancia de los telecentros en el momento actual, también hay estudios descriptivos del inicio de estas redes por separado (este libro bebe mucho de estas fuentes de información anteriores) pero no existía una foto fija de todas ellas, una única publicación que las aglutinara con una dimensión global. A diferencia de otros trabajos, este libro ha querido recoger la opinión de quienes los gestionan, de quienes dinamizan los telecentros y de las personas clave en el ámbito político en materia de Nuevas Tecnologías y Sociedad de la Información del país.


No es un libro sobre telecentros independientes (eso forma ya parte del pasado) sino de las redes que se han creado del fruto de aquellos inicios. Después de años trabajando por separado, la mayoría de quienes gestionan los telecentros se han dado cuenta de que la mejor forma de ser efectivos es sumando esfuerzos. Y tienen la compleja tarea de enseñar cómo manejarse en esta sociedad cada vez más tecnológica.

Como les decía han sido unos meses intensos proponiendo un debate virtual a muchas voces: las de los responsables de buena parte de las redes de telecentros de España (cap.1-3 y 8), las de los dinamizadores que trabajan diariamente con la población (cap.4) y las de los políticos responsables en materia de ‘Sociedad de la Información’ de Asturias, Catalunya, País Vasco, La Rioja, Aragón y Andalucía (cap.7). Creo que por esta diversidad de opiniones el libro es único.

También quisimos destacar en un capítulo al teletrabajo, ¿dónde tiene sentido actualmente? Y hacia qué sector profesional se está orientando (cap.6). En el cap.2 recogimos una guía de las principales redes de telecentros, con una ficha de cada una, además de una pequeña síntesis de su evolución. Y en el cap. 5, hay casos concretos del tipo de formación que se emprende desde las redes, de forma general, pero puntualizando por sectores (profesionales o de edad).

Toda la información aquí recogida se basa en fuentes comprobables que se han anotado para que usted pueda profundizar, por su cuenta, en el punto que más le interese con una simple consulta a las páginas web que se referencian. Al menos, Internet en este principio de siglo XXI ya está suficientemente avanzada como para ser un gran almacén de datos y documentos recuperables desde cualquier ordenador y en cualquier momento.


Hay que añadir que este libro no existiría sin la colaboración de todas las personas responsables de redes de telecentros. La recopilación de documentación no habría sido posible sin su cooperación, opiniones y reflexiones. Por tanto, entiendo que es un libro de todos, aunque el apoyo principal para su edición y publicación es exclusivo de la Fundación CTIC (Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación), en el marco de la Red de Telecentros del Gobierno de Asturias. A ellos y ellas, el agradecimiento de antemano.

Seguimos caminando …
Cuando ya se está en red… hay que seguir caminando hacia la complejidad. El encuentro que hubo en Casar de Cáceres (Extemadura, septiembre 2005), es una fecha histórica porque se gestó la ‘Comunidad Nacional de Telecentros’. La reunión quería establecer un contacto más personal entre todos los participantes al IV Congreso de Telecentros y Redes de Telecentros , celebrado en Zaragoza a mediados de febrero.


Se acordó que unidos conseguirían mucho más que funcionando por separado. La comunicación postcongresual derivó en la agrupación de las redes de telecentros nacionales. Algo insólito hasta la fecha porque, como se ha visto en el resto del libro, cada red ha seguido su camino, sabiendo de la existencia de las otras pero sin apenas colaborar o intercambiar experiencias. Hay casos puntuales, como el de Extremadura o Asturias que han formado a personal de dinamización de otras comunidades, pero poco más.

Con la Comunidad Nacional de Telecentros existirá— por primera vez— una unión de redes de telecentros de todo el país, con encuentros presenciales y herramientas de comunicación a distancia, coordinadas por un equipo de personas que vayan dinamizando los debates, tomando conclusiones, recordando fechas, proponiendo acciones nuevas, etc. En este sentido, la voz general de Casar de Cáceres fue : “Se acuerda una total colaboración, información fluida y participación conjunta, en proyectos o programas europeos, así como cualquier otra actividad que favorezca la sostenibilidad de los telecentros”.

Así que este libro se cierra con un tercer nivel de complejidad:

* primero fue la apertura de telecentros independientes,

* después la creación de una red regional

* y ahora, la conjunción de todas las redes del país para aunar esfuerzos y compartir sinergias.

“Los telecentros van a más”
Por último, sólo queda destacar que aunque todavía no tengamos muy claro cómo eliminar la brecha digital, las buenas intenciones llegan de todos lados y eso es esperanzador. En la segunda fase de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI, Túnez, noviembre 2005), dedicada especialmente a superar las divisiones tecnológicas Norte/Sur, Oriente/Occidente, se constató que había que procurar el acceso universal a Internet con el fin de superar muchas de las actuales desigualdades.

Allí, entre las múltiples sesiones que se organizaron en apenas una semana, se celebró el Foro de Líderes de Telecentros (FLT), protagonizado por responsables de telecentros de todo el mundo y promovido por el International Development Research Center (IDRC) de Canadá. El primer objetivo del FLT era promover un encuentro para crear proyectos conjuntamente. María Calleja, de la Red de Telecentros de Cantabria y Frederic Cusí, de la Red Conecta, estuvieron en el FLT y sus impresiones inmediatas son de lo más favorable. “El encuentro de Túnez fue fenomenal. Conocer experiencias de telecentros de todo el mundo durante cuatro días fue muy interesante. Vuelves con muchas energías y proyectos que te gustaría poner en marcha”, explicaba Calleja.

Cusí resumió las conclusiones que extrajo del FLT en tres impresiones:
  • “ A. Los telecentros van a más. Hay mucha energía, ganas y confianza en el futuro de los proyectos.
  • B. El enfoque social y comunitario es mayoritario. Hay un gran consenso por entender el telecentro como espacio de desarrollo sociocomunitario, de participación social y servicio.
  • C. Cada uno se adapta a la realidad de su entorno, tanto en el plano tecnológico (la típica lata de piña convertida en antena WIFI), como en el lenguaje, temas y servicios ofrecidos, sistema organizativo, gestión, etc”.
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Artículos sobre el libro publicados en Ciberpais, (suplemento tecnológico del diario El Pais):

3 Comments:

At 6:18 p. m., Anonymous Anònim said...

Hola Karma,

Oficialment el Telecentre de Callús va iniciar les seves activitats a l'any 2000 però a alguns webs es parla dínici d'un incipient telecentre al 1995, És possible? Gràcies. Pablo. Coordinador digital. Projecte Sant Feliu On Line www.santfeliu.org/online

 
At 2:26 a. m., Anonymous Anònim said...

Hola Pablo

És possible i al llibre explico una mica això.

Però la data que jo tinc és del 1997, i l'explico com una de les iniciatives més antigues a Catalunya.

El telecentre de Callús, finançat per fons europeus FEDER, volia dinamitzar la zona a partir de la creació d'empreses basades en les TIC.

El passat de Callús havia estat molt lligat a la indústria tèxtil, però al tancar la majoria de les fàbriques la població jove va començar a buscar noves expectatives laborals.

Hi ha una estupenda entrevista de l'any 1997, feta al que llavors era l'alcalde de Callús, Ramon Fons, a la següent adreça:
http://tinyurl.com/s3bkx

L'entrevista la va fer el periodista científic Luis Angel Fernàndez Hermana, i va ser publicada en versió digital a la revista en.red.ando (desapareguda al 2004) i al llibre que porta per títol el mateix de la revista digital.

Espero que t'hagi servit l'explicació.
Salutacions

 
At 7:43 p. m., Anonymous Anònim said...

Llibre especialment recomanat a la revista Telecentres.info.

 

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